sábado, 26 de mayo de 2012

RONDO NO QUIERE SORPRESAS




Séptimo partido en el Boston Garden, donde sólo valía ganar. Y Boston demostró de qué madera está hecho un equipo campeón. En un partido lleno de tensión, de muy pocos puntos y muchos errores y precipitación, la experiencia y la calidad de los Celtics se impuso al buen hacer de Philadelphia. Miami espera a los “orgullosos verdes”.


Había mucho en juego en este partido, y se notó desde el salto inicial. Ninguno de los dos equipos estaba demasiado fino, y los errores se sucedían en ambos lados de la cancha. Tras un primer cuarto totalmente igualado (20-20), poco a poco los Celtics se fueron haciendo con el control del partido, comandados por un valiente Brandon Bass, y por dos de los viejos rockeros verdes, Pierce y Garnett. Se llegaba así al descanso con una diferencia de 8 puntos (41-33), que parecía acercar la victoria a los locales.

Pero Philadelphia quería demostrar que no había ido a Boston de turismo, y en un gran tercer cuarto, donde sólo recibieron 14 puntos, comenzaron a cimentar sus esperanzas de remontada. Gracias al buen hacer tanto de Iguodala (18 ptos, 4 reb, 3 asis) como de Jrue Holiday dejaron la desventaja en sólo 3 puntos. Todo quedaba por decidir en el último cuarto.

Pensar en una remontada de los 76ers no era tan descabellado en este momento, pero entonces apareció el nombre propio de la noche: Rajon Rondo. Desacertado hasta ese momento del partido, cogió las riendas de su equipo para guiarlo a una nueva victoria. Con Paul Pierce (15 puntos, 9 rebotes, 3 asistencias) eliminado por faltas y un Ray Allen muy mermado por su lesión de tobillo, todo el mundo sabía que buena parte de las opciones de victoria de Boston estaban en manos de Garnett (18 puntos y 13 rebotes) y Rondo.

Penetraciones, tiros libres, triple de 8 metros, asistencias, rebotes… Un auténtico recital en el último cuarto para un nuevo triple-doble en Playoffs (18 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias). Y ya son 9 en post-temporada, sólo superado por Larry Bird (10), Jason Kidd (11) y Magic Johnson (30). Unos números de escándalo, teniendo en cuenta que sólo tiene 26 años de edad.

Y ahora toca pensar en Miami, a priori favoritos a pasar la eliminatoria, aunque si los Celtics están de por medio mejor no aventurarse demasiado. Puede que no sean tan fuertes físicamente o no estén tan rápidos de piernas como LeBron y compañía, pero Boston siempre será Boston. Por algo son el equipo más laureado de la NBA. El “Boston Pride”.

Por otra parte destacar la magnífica temporada de Philadelphia, de la mano de Doug Collins desde el banquillo. Tras dejar por el camino a los Chicago Bulls, casi hacen lo propio con Boston, al que a buen seguro metieron el susto en el cuerpo. Un equipo joven, con margen para seguir creciendo y que a buen seguro seguirá dando que hablar en años próximos.

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