jueves, 7 de junio de 2012

OKLAHOMA ESPERA RIVAL EN LA FINAL NBA





Tras ver como la eliminatoria se les ponía cuesta arriba con el 2-0 favorable a los Spurs, Oklahoma City Thunder consigue meterse en la final de la NBA con una racha de 4 victorias consecutivas. Primera final en la historia de los Thunder, y primera final también para Durant, la estrella indiscutible de este equipo y principal verdugo de San Antonio.


Los Spurs llegaban al Chesapeake Energy Arena con la obligación de ganar para forzar un séptimo partido en San Antonio, y el inicio del mismo nos daba síntomas de que la serie nos permitiría disfrutar de un nuevo choque entre estos dos equipos. Comandados por un grandísimo Tony Parker en la primera mitad (21 puntos y 10 asistencias, para un total de 29 y 12 al final del partido), San Antonio consiguió irse al descanso 15 puntos arriba (48-63). Eran minutos de un baloncesto de altísimo nivel y mucho acierto, ante el que los Thunder no encontraban la forma de pararlo.

Pero en el tercer cuarto la dinámica del partido cambió totalmente, y Oklahoma, liderados por Durant (34 ptos y 14 reb)  y Westbrook (25 ptos, 8 reb, 5 asis) consiguieron imponer su ritmo rápido y elevar su porcentaje de acierto, lo que les permitió recortar su diferencia a 1 sólo punto (80-81) con el último cuarto por disputarse. Ginóbili no apareció en toda la noche, y Parker se diluyó en la segunda parte. Sólo llegaban los puntos a través de Tim Duncan (25 ptos y 14 reb) y de un gran Stephen Jackson desde el banquillo, aportando 23 puntos y 6 aciertos de 7 intentos desde el triple. Poca cosa para conseguir parar a estos Thunder.

El último cuarto siguió la tónica del tercero. Canasta tras canasta de Oklahoma, y unos Spurs que no conseguían entrar en ritmo y que veían como se les escapaba la eliminatoria. La puntilla definitiva al partido se la pusieron el incombustible Derek Fisher, que jugará de nuevo otra final de la NBA, y James Harden, con un triple cada uno que acabó con toda esperanza texana.

Baloncesto del más alto nivel el que pudimos presenciar en esta final del Oeste, en el que un equipo que llevaba una racha de 20 victorias seguidas ve cómo cambia su racha y pierde 4 partidos de forma consecutiva que le dejan fuera de playoffs. Pero esto no puede ocultar la gran temporada realizada por los chicos de Gregg Popovich, consiguiendo llegar a una final de conferencia donde pocos los veían cuando la temporada dio el pistoletazo de salida.

Y ahora Oklahoma espera rival. Boston Celtics o Miami Heat. Y contará con el factor campo ante ambos rivales. Durant quiere más.


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